El 22 de octubre de 2005, la muerte de Carlitos Cajade impactó de lleno en la redacción La Pulseada.
Graciela y sus hijos David, Ayelén, Emanuel vendían la revista en el momento de la muerte de Carlitos Cajade.
En La Pulseada Nº 36, Carlos Fanjul, entonces editor de la revista y más adelante director, asumió el compromiso
(Editorial de La Pulseada Nº 36, de noviembre de 2005) Esta página podría estar en blanco, lo que sería una
Carta a nuestros lectores y lectoras Por primera vez en su historia, y coincidiendo con su “mayoría de edad”, los
De la mano de “El Polaco”, la revista reforzó el plantel de repartidores que se suman al staff que