En enero se descansó, pero en la mayoría de los espacios autogestionados de la ciudad ya se empezó a ver movimiento durante el segundo mes del año: preparando el lugar, organizando la agenda, lanzando las primeras actividades. Varios propusieron, en febrero, talleres de verano. En el Galpón de Encomiendas y Equipajes (18 y 71), por ejemplo, La Grieta organizó una suerte de “colonia artística de vacaciones” para los chicos y adolescentes de la zona. De martes a viernes, todas las tardes, algunos chicos de Meridiano V, otros de Altos de San Lorenzo, anduvieron por el galpón inventando nuevos mundos a través del arte.