Nota principal: Sin agua para regar las flores
Al cierre de esta edición, el gobierno bonaerense le debía al Hogar y las casas de día de nuestra organización cerca de $700.000. La falta de recursos es angustiante y está haciendo peligrar el funcionamiento de la Obra, que se ocupa de 300 pibes y pibas. Pero el panorama alcanza a unas 600 organizaciones bonaerenses.
Desde abril pasado no se pagan las becas que les corresponden a los chicos que concurren a Chispita, Casa de los Bebés, Casa de los Niños y Casa Joven. La deuda con el hogar convivencial es mayor y se remonta a octubre del año pasado. Además, por cuestiones administrativas la Secretaría de Niñez se niega a reconocer a 40 chicos que viven en el Hogar (el desconocimiento está vinculado al cambio de sistema del viejo Patronato al de la Protección Integral) y sólo admite una deuda con 9 becas.
“En realidad se trata de un recorte, un ajuste y no lo vamos a aceptar —explica Daniel Cajade—. Los chicos viven con nosotros, les estamos garantizando la comida, el estudio, la casa y no lo quieren reconocer. Además, les quitaron las becas a los hijos de los educadores porque dicen que no tienen una medida de abrigo de un juez. ¿Qué quieren que hagamos con esos pibes? Lidia Cantero, por ejemplo, se crío en el Hogar y ahora es educadora, con sus hijos y otros diez más. ¿Quiere que los dejemos en la calle?”.
No se han podido pagar los sueldos de julio ni los servicios de luz, gas y teléfono, a punto de ser cortados. La Pulseada pidió una entrevista con el secretario de Niñez de la Provincia, Pablo Navarro, que obtuvo pero luego fue cancelada… Para la nota “Banderas que no duermen”, de 2012, donde denunciamos los problemas que hoy continúan, tampoco conseguimos entrevistas con Navarro ni con el director municipal de Niñez, Carlos Dabalioni.
Es una gestión de puertas cerradas. Según le contó a esta revista la dirigente del Foro por los Derechos de la Niñez Rosario Hasperué, cuando asumió Navarro les dijo que le molestaba “que organizaciones fueran a decirle cómo él tenía que diseñar la política pública”, y que “a él le interesaba avanzar con los ejecutivos, no con las organizaciones”.
Navarro tiene la cabeza en otro territorio. El eslogan de su web personal, http://www.pablognavarro.com.ar, es: “Es tiempo de cambiar. Pablo Navarro Morón”. Su sueño lo propaga en las redes sociales y en cuanta entrevista da a algunos medios mientras el olvido a los chicos se hace carne en la secretaría que tiene a cargo. Y hasta tiene publicado su programa por si llega a intendente, bien inspirado en la política provincial: incluye “aumentar los presupuestos en seguridad”.
Mientras, la angustia crece en unas 600 organizaciones como las de Cajade, que de acuerdo a la ley de Niñez deben trabajar codo a codo con el Estado. Ahorcadas, sin dinero, decidieron salir a la calle juntas. La Red de Hogares y Centros de Día de la Provincia y el Encuentro de Organizaciones de Niñez y Adolescencia (EONA) se adelantaron al Día del Niño con un festival en la Casa de la Provincia, para denunciar “el abandono a la niñez por parte del Estado, el incumplimiento de la ley de Promoción y Protección, el atraso y falta de pago de becas, la precarización laboral de los trabajadores de la niñez y la falta de recursos para dar respuesta a situaciones críticas de nuestras comunidades”.
