Chispita, un pequeño país con infancia

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ChispitaEste emprendimiento de la Obra de Cajade en Los Hornos recibe cada día a 72 chicos de entre 4 y 15 años y reparte viandas a familias de la zona. Claudia Auge, la coordinadora, trabaja para que los pibes que sueñan con ser “mamás o policías” tengan muchos otros sueños posibles.

Claudia contagia optimismo. De cada problema saca una enseñanza. A las dificultades las enfrente con actividades creativas. Habla de los “muchísimos ingresos” que ha tenido la casa Chispita este año pero no se refiere a dinero: “Jamás pensé que íbamos a tener tantos chicos”, aclara. Explica cómo consigue que las diferencias sirvan para integrar. Elogia la comida que se les da a los chicos y hace hincapié en que lo importante es que “a un chico jamás se le borre la sonrisa”. Observa que las pibas y los pibes aspiran a ser “mamás y policías” y se empeña en mostrarles que hay otros sueños posibles. También los motiva para que elaboren plataformas electorales y elijan candidatos para el simulacro de votación que habrá en la casita de la Obra de Cajade ubicada en 151 entre 70 y 71 de Los Hornos.

Compartimos algunas de las cosas que dejó Claudia en una rica entrevista en La Pulseada Radio, por Estación Sur (FM 97.1).

Muchos más

 

  • “Chispita tiene 17 años y yo 52, con mucho orgullo, pero acá no se envejece. Acá siempre se es niño. No hay nada más placentero que hacerse niño por algunos momentos”.

 

  • “Chispita está muy bien. Ha sido un año distinto, inesperado, con muchísimos ingresos. Vino mucha gente de las colectividades boliviana y paraguaya, y muchos chicos de 4 y 5 años que otros años no se veía. Jamás pensamos que íbamos a tener tantos chicos. Estamos con 72 chicos, a lo que hay que sumar las viandas que entregamos a las familias”.

 

  • “Se ha multiplicado la cantidad de extranjeros y las necesidades básicas porque están recién llegados. Cada año es diferente en Chispita, con problemáticas distintas. Este año sería el de la vivienda. Si bien los nuevos vecinos están alojados en su comunidad, obviamente están viviendo en la casa de otros ‘paisanos’ como dicen ellos”.

 

  • “Los nenes son alegres, felices. Se la pasan riendo y jugando. Son divinos. Y muy comprometidos con la educación: no faltan jamás a la escuela. Tienen un compromiso increíble. Cuando tienen examen, el día anterior no van a Chispita porque se quedan estudiando”.

 

  • “Las mamás se están comprometiendo mucho más: vienen y traen la documentación completa, cosa que otros años nos costaba muchísimo”.

 

 

Hipocresía y violencia

 

  • “Los chicos son puros. A los 5 o 6 años no existe la hipocresía. Cuando los educamos muchas veces los empezamos a hacer hipócritas: ‘No, eso no se dice’”.

 

  • “Los argentinos están pasando por situaciones de violencia hacia menores y hacia bebés. Hemos que tenido que actuar… Hay que trabajar mucho la situación de las familias”.

 

El pancito en la olla

  • “Les encanta la cuchara, comen todo con cuchara, ¡hasta las milanesas! Desconfían de lo que son porque a ellos les gusta la sopa. Son re fortachones, hermosos… Son diferentes culturas. Esto me sirve para enseñar a los otros que preguntan: ‘¿Por qué usa cuchara si hay milanesas con papas?’. Aprovecho y mecho lo que son las diferentes culturas. La integración con los nenes es maravillosa”.
  • “En Chispita se cocina muy bien. ¡Es para mojar el pan en la olla! Eso es Chispita”.

Los sueños

  • “Tengo muchos nenes que tendrían que egresar pero no los voy a egresar porque son chicos que han crecido en Chispita. Tienen 12, 13, 14 y 15 años pero necesitan el lugar y entonces los sigo teniendo. Los dejo porque son felices, porque colaboran y porque tienen el sueño de ser educadores así que jugamos un poco con eso”.

 

  • “Siempre trato de que sus sueños se hagan realidad. Uno los empuja para que pidan cosas reales. El año pasado pedían una Play o un plasma. Este año piden que su hermanito se sane porque tenemos varios que nacieron prematuros, piden por sus familias, piden por la terminación de sus casas, piden por un baño adentro, piden por una cama y eso a mí me llena el corazón. Busco, busco, busco todo lo que está a nuestro alcance para cumplir con sus sueños”.

 

  • “Los chicos siempre te preguntan naturalmente por qué pasa lo que pasa. Por ejemplo, todos quieren ser policías. Ellos quieren ser mamá y policías. Parece que no existiera otra cosa que eso: mamá y policía… ¡Y hay miles de cosas! Yo siempre sueño que el pibe extienda más el mundo, que pueda conocer más, que pueda tomar un micro y vivir las etapas que tienen que vivir…. Que sepan que no existe solamente ser policía o ser mamá. Hay una etapa maravillosa que es ser estudiante, tener otro trabajo y no terminar con más policías”.

 

  • “A raíz de la Policía Local escuché quebrar familias y escuché que se separaban todos y que volvía cada uno con sus padres porque esto requería dedicación de 7 de la mañana a 7 de la tarde. Quebraron muchísimas familias. Salieron 700 policías que están en la calle. Los encuentro y me saludan pero me preocupa realmente porque cada uno me decía que se separaba. Ves familias quebradas, divididas”.

 

  • “No hacen falta más policías. Sí hace falta muchísimo trabajo digno y la mirada del pibe tiene que ir para otro lado. En Chispita juegan siempre a ser policías. Me preocupa así que desviamos el juego para otro lado: que sean abogados y jugamos con planillas, con la oficina, peluqueras, modistas… mostrarles algo que no termina en un uniforme”.

 

 

Las elecciones

  • “En Chispita les expliqué qué son las elecciones. Les expliqué lo que eran y les expliqué qué es un proyecto. Estamos tratando de encontrar candidatos con los nenes… Jugamos a ver qué propuestas tienen para nuestro país y hacemos listas. Y vamos a votar todos. Sería lindo que ese día venga La Pulseada Radio a transmitir. Por ahora están armando los proyectos y después vendrán los candidatos, las fórmulas. Parece que primero apuntan hacia los animales porque quieren gatos y perros y comida gratis para ellos. ¡¡¡Son hermosos!!!”.

 

Carlitos

  • “Siempre me baso en los objetivos de Carlitos Cajade y en sus frases. Las tengo presentes y marcadas a fuego. Él quería que las casitas fueran un modelo de familia diferente en donde todos pudiéramos compartir el pan en una mesa. Chispita es eso: es una gran familia donde se sientan desde la cocinera hasta la educadora con los pibes y compartimos… Y si uno está sufriendo, todos contenemos y si uno está faltando, el otro lo va a buscar.

 

  • “También aprendí de Carlitos no perder nunca el objetivo, que es primero el pibe, y que ningún chico pierda su niñez. Teníamos casos en donde la nena de 10 no venía más porque tenía que cuidar al de 4, al de 5 o al bebé. Hicimos movimientos para que lleve a Chispita a su hermano para que no esté cumpliendo el rol de mamá antes de tiempo. También convocamos a las mamás para explicarles que la niñez debe estar intacta y debe ser vivida como corresponde. Hay que disfrutarla, jugar y reír mucho para que a un chico jamás se le borre la sonrisa. Ese sería mi homenaje a Carlitos, que el pasado 2 de mayo hubiera cumplido 65 años: pan en la mesa, luchar siempre por el niño y que nadie le robe la infancia”.

 

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