Recuerdos de colmenas

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Nota principal: Los granjeros de Cajade

“No me olvido más. Era un día feo, lluvioso y Carlitos estaba sentado en la entradita de la Iglesia Santa Cruz, donde se cambiaba. Me dijo que le encantaría tener colmenas en el Hogar pero que no podía porque había chiquitos muy chiquitos. Yo en ese momento –relata Fernando- cursaba en la Agraria de Bavio y estábamos haciendo los cursos de apicultura. Me quedó eso que me dijo el cura. Estando ya instalado acá en la Granja, me llama mi hermano. Estaba como loco porque había visto en el diario que una persona vendía como quince colmenas. Fuimos a verlo. Era un hombre de unos 60 años, muy bueno, macanundo. Estaba encariñado con las colmenas así que las quería vender y no las quería vender. ‘¿Para qué las quieren?’, nos preguntó. Cuando le dijimos que era para la Granja de Carlitos Cajade, se puso a llorar. Se sentó, tomó un vaso de agua, se tomó su tiempo y nos dijo: ‘No conozco mucho La Plata y desde hace un año estoy buscando dónde es el Hogar de Cajade”. No tuvo mejor idea que llamar a la Catedral, a San Ponciano… Te imaginás que le cortaron el rostro… Nosotros nos reíamos y él no entendía por qué. Bueno, nos donó las colmenas: ‘Ya te las llevás. Te las regalo todas. Si es para Cajade te las regalo’. Después nos contó que eran las colmenas de su papá que le había dicho que cuando no las quisiera trabajar más las donara al Hogar de Cajade. También nos regaló dos trajes, el ahumador, extractor de miel… Tengo todo para empezar. Y chicos de Bavio que eran compañeros míos me van a mandar siete enjambres. Así que si era el sueño de Carlitos lo vamos a concretar también. Así que no fue casualidad el encuentro con este hombre… Me quedó grabado: ‘mi sueño es tener colmenas ya’, decía Carlitos. Después algunos chicos del Hogar me comentaron que quiso tener una atrás de la casa en donde vivía, pero no tenía idea así que armó una caja y le faltaba el piso, los separadores de cera… Quería tener abejas sí o sí… Él pensaba que iba a rezar y que las abejas iban a dar miel y chau. Y es un laburo bárbaro”.

me olvido más. Era un día feo, lluvioso y Carlitos estaba sentado en la entradita de la Iglesia Santa Cruz, donde se cambiaba. Me dijo que le encantaría tener colmenas en el Hogar pero que no podía porque había chiquitos muy chiquitos. Yo en ese momento –relata Fernando- cursaba en la Agraria de Bavio y estábamos haciendo los cursos de apicultura. Me quedó eso que me dijo el cura. Estando ya instalado acá en la Granja, me llama mi hermano. Estaba como loco porque había visto en el diario que una persona vendía como quince colmenas. Fuimos a verlo. Era un hombre de unos 60 años, muy bueno, macanundo. Estaba encariñado con las colmenas así que las quería vender y no las quería vender. ‘¿Para qué las quieren?’, nos preguntó. Cuando le dijimos que era para la Granja de Carlitos Cajade, se puso a llorar. Se sentó, tomó un vaso de agua, se tomó su tiempo y nos dijo: ‘No conozco mucho La Plata y desde hace un año estoy buscando dónde es el Hogar de Cajade”. No tuvo mejor idea que llamar a la Catedral, a San Ponciano… Te imaginás que le cortaron el rostro… Nosotros nos reíamos y él no entendía por qué. Bueno, nos donó las colmenas: ‘Ya te las llevás. Te las regalo todas. Si es para Cajade te las regalo’. Después nos contó que eran las colmenas de su papá que le había dicho que cuando no las quisiera trabajar más las donara al Hogar de Cajade. También nos regaló dos trajes, el ahumador, extractor de miel… Tengo todo para empezar. Y chicos de Bavio que eran compañeros míos me van a mandar siete enjambres. Así que si era el sueño de Carlitos lo vamos a concretar también. Así que no fue casualidad el encuentro con este hombre… Me quedó grabado: ‘mi sueño es tener colmenas ya’, decía Carlitos. Después algunos chicos del Hogar me comentaron que quiso tener una atrás de la casa en donde vivía, pero no tenía idea así que armó una caja y le faltaba el piso, los separadores de cera… Quería tener abejas sí o sí… Él pensaba que iba a rezar y que las abejas iban a dar miel y chau. Y es un laburo bárbaro”.

 

 

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