“Hoy, en La Pulseada Radio mandamos nosotros”, dice Agustín. “Las pibas también tomamos cartas en el asunto”, agrega Karen. Un grupo de chicos y chicas de Cajade se hicieron cargo del último programa de 2015. Fue en los estudios de Radio Futura. Cuando se encendió el “aire”, rapearon, editorializaron, entrevistaron, cantaron, rieron y se adueñaron una vez más del micrófono.
“¿Qué es la Casa joven? Para mi es hablar de mi segundo hogar. Acá me divierto, me gusta venir, las actividades que hacemos. ¡Aguante Casa Joven!”.
Lo dice Karen, al finalizar el editorial. El habitual espacio que ocupa Tony Fenoy en la mitad de la emisión, esta vez estuvo a cargo de ella. Fue en diciembre, en los calurosos estudios de Radio Futura, en Villa Elvira. El último programa del año fue copado por Marcos, Rocío, Daniel y Karen, todos pibes y pibas de Casa Joven y el Hogar de Cajade. En el cierre del taller de radio que hicieron durante varios meses junto al propio Tony, Diego Richiusa y Sebastián Mardones, usaron el aire para opinar sobre el barrio y recordar anécdotas de sus pasos por los centros de día de la Obra.
– En la Casita de los Niños estaba la cocinera Emilia. Cuando me portaba mal, me agarraba del brazo, ja. Me ponía de penitencia en la cocina. ¡Para qué! Me agarraba y comía todo- dice Marcos.
– ¿Te acordás la pijamada en la Casita? Una noche fueron todos y dormimos ahí. Miramos una película – suma Rocío.
– Una vez yo llegué a la Casita de los Niños y me picaba el pie. ¡Me pica, me pica!, decía. Me fui hasta el baño y me saqué las zapatillas. ¡Tenía una cucaracha! – cuenta riendo Dani
– Jajaj ¡Qué asco! Y cuando la miró hizo, “uh ah, Cucatrap, jaja – bromea Karen.
– Me acuerdo que en la Casita había una dentista. Casi me saca una muela. ¡Sabés como disparé! Le dije que iba al baño y me fui con la boca toda dormida – cuenta Marcos.
– La dentista regalaba los cepillos – recuerda Rocío -. Había cepillos ahí que tenían nuestros nombres.
– ¡Cómo nos peleábamos por las computadoras! Igual que ahora en Casa Joven -, comenta Marcos.
Mientras se miran y tratan de acordarse historias pasadas, las anécdotas se apilan:
- Me acuerdo cuando pusieron la pileta.
- Uhh, ¡estaba buenísimo!
- O cuando hicimos el mural ahí atrás.
- Yo en la murga no cazaba un truco. Tiraba patadas… Malísimo.
- También íbamos a las plazas, los viernes.
- Yo veo que hay gente en otros barrios que no tienen el apoyo que tuvimos nosotros y por ahí salen en diarios. Yo le debo mucho a “las Casitas” porque no se dónde estaría parado ahora, te digo la verdad – reconoce Marcos.
- Ay, ¡cuando venían los que traían una banda de golosinas! Traian los inflables bien grande y los poníamos en la calle.
- Antes había una canchita enfrente. Ahora pusieron una casa.
- Mal ahí.
- Chispita también es una casita que tiene comedor, pibes que van a desayunar. Pertenece al Hogar, como Casa de los Niños, Bebés y Casa Joven.
- También está La Pulseada, la revista. Ahí salimos siempre y yo salí en la tapa de la última revista del año pasado. Se cumplían 30 años del Hogar. En el Hogar somos como 40 pibes y antes éramos como 70. Compartimos todo.
- Cosas que marcaron nuestras vidas.
- En Casa Joven me ayudaron mucho en momentos difíciles. Los quiero mucho
- Lo que hicieron yo no me voy a olvidar.
El barrio
– Con los pibes sabemos cómo es el barrio – dice Marcos mirando al micrófono, como si tuviese ojos y lo estuviese escuchando atento -. Hay gente que nos critica sin saber. El barrio tiene muchos talentos. Yo, por ejemplo, soy rapero.
– Me gusta cuando nos juntamos con los chicos- sigue Marcos-, los domingos, nos tomamos unas birras ahí, tranquilos. Un barrio unido Aeropuerto.”
– Yo vengo de Villa Catella de Ensenada, donde me crié con mi familia. A los 6 años me fui al Hogar y ahora soy de Villa Garibaldi, que es el barrio del Hogar. Me siento re feliz – comenta Daniel.
– Yo me levanto y voy a pasear a mi perra, una Rottweiller, y mi rutina es saludar a mis amigos, vuelvo a mi casa, pum, baño y salgo para la calle. Básicamente en la plaza de 608 y 11 – agrega Marcos.
Hizo mucho calor en Futura el día que la emisora comunitaria que fundó el recordado Eduardo Candreva nos volvió a cobijar. Fue en el marco de la habitual gira que hacemos en fin de año en La Pulseada Radio por las radios que nos retransmiten. Ahí, en una mesa que se llenó de gaseosas frías y facturas, los chicos hablaron hasta de la discriminación.
- Si estás con chupín, sos un careta- dice Daniel
- O un puto – aclara Karen.
Y así, mientras se hacía acción nuestro objetivo de llenar el aire con “la voz de los pibes”, el barrio y “las Casita”, los centros de día de la Obra de Cajade, volvieron a aparecer en la discusión, entre bloque y bloque.
- Villa Alba, Villa Arguello, El Paligüe… Villa Elvira. Son todos barrios que conozco. Yo nací en Villa Elvira, pero después me pasé para el BA (Barrio Aeropuerto)… Al toque – asegura Marcos.
– En otros barrios te miran de arriba abajo – aclara Rocío.
– En el BA hubo muchas obras en el último tiempo. Creció mucho, me gusta. Hay mucha productividad.
– Yo le gané a todos porque fui a las tres Casitas del barrio – dice riendo Karen.
– Ojo que yo también – se suma Rocío – Fui a la Casa de los Bebés (aunque no me acuerdo lo que hice ahí) Casa de los Niños y Casa Joven.
– Estaría bueno que casas así hubiera en todos los barrios porque son un gran apoyo para los pibes. Está creciendo una nueva generación y si no les das productividad para que sean algo en la vida, no da caer en cana por boludeces. Sin apoyos, la mente te juega en contra y caes en boludeces – concluye Marcos.
