30.000 piezas para construir memoria

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Una iniciativa surgida en La Plata trabaja en la creación de 30.000 pañuelos en mosaicos, cerámica o vitrofusión para colocar en el exterior de casas e instituciones y en espacios públicos. La iniciativa ya recorre el país llevando la idea de construir una memoria colectiva.

Por Martina Dominella
Fotos Gabriela Hernández

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La cocina de Marcela se vuelve taller. Sobre la mesa se amontonan separadores de vidrio, una pinza de alicatar, cemento para piso, cola vinílica, mosaicos, espejos. Entre herramientas y materiales circulan papelitos con contactos y recordatorios de mensajes para responder. “Nuestra propuesta es que haya una imagen del pañuelo blanco de la Madres en la puerta de cada hogar y de cada espacio de memoria del país, colocada a la vista, para que nadie olvide”, cuentan Marcela Sanmartino y Gisela Arandia, impulsoras del proyecto.

La campaña 30mil pañuelos por la memoria surgió en La Plata. El 23 de marzo de 2018 se instaló el primer pañuelo en la biblioteca Del otro lado del árbol, en el Parque Saavedra (ver recuadro). A los dos días fue el lanzamiento a través de una página de Facebook. Un año después, hay un registro fotográfico de más de 700 pañuelos instalados en diferentes lugares del país, aunque sus pioneras estiman que esa cifra representa sólo un tercio del total. Se hace difícil llevar la cuenta porque el proyecto se ha replicado en otros 50 grupos colaboradores distribuidos en Quilmes, El Hoyo, El Bolsón, Córdoba, Mar del Plata, CABA y también en La Plata. “Si bien nosotras iniciamos con esto, hay un cierto anonimato en el proyecto porque cada vez somos más, incluso algunos que no conocemos personalmente”, dice Marcela.

Marcela Sanmartino y Gisela Arandia

Inicialmente, la propuesta fue trabajar desde el arte musivo, llamado popularmente “mosaiquismo”, pero a partir de la intervención de un montón de voluntarios y voluntarias las técnicas se han diversificado y hay obras en vitrofusión y cerámica. “Nosotras entregamos un molde del pañuelo y pedimos que se respete que sea blanco con fondo de colores y que se pegue en el exterior de casas o instituciones. Después está la creatividad de cada uno”, explica Gisela. “Trabajamos con materiales igual de perdurables que la memoria”, agrega Marcela.

30 mil pañuelos por la memoria está en permanente expansión. Por eso, un próximo objetivo es contar con un mapa donde se referencien los lugares donde está emplazada cada una de las creaciones. Se han realizado talleres para la creación de estos pañuelos en bibliotecas, ferias, plazas, centros culturales donde han participado niños y adultos, personas con experiencia en artes plásticas y otras que no conocían las técnicas.

Del 8 al 11 de abril muchos de estos trabajos estuvieron expuestos en el exCentro Clandestino de Detención Comisaría 5ta (diagonal 74 entre 23 y 24) –que también tendrá una baldosa de mosaico– y a fin de mes se brindarán cursos en C´est la vie (calle 55 entre 17 y 18).

Vehículos de memoria

En este año de trabajo, quienes integran la campaña han tenido encuentros muy emotivos con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y con familiares de ex detenidos/as desaparecidos/as. También han impulsado emplazamiento de las producciones en los espacios culturales que fueron sede del ciclo Teatro x la Identidad en La Plata. “Me acuerdo cuando conocimos a Estela de Carlotto. Ella nos dijo ´las estaba buscando, las quería conocer porque vi el pañuelo que le regalaron a Delia Giovanola y yo también quiero uno´. ¡Teníamos una emoción! Después fuimos a Abuelas y llevamos un pañuelo para cada una“, recuerda Gisela.

En diciembre de 2018, como parte de esta iniciativa, se instaló una baldosa de mosaicos con la imagen de los pañuelos en la Facultad de Trabajo Social, un edificio emblemático ya que perteneció al ex Distrito Militar, lugar donde jóvenes de la región eran convocados para cumplir con la ley de Servicio Militar Obligatorio. Además de institución educativa, hoy este inmueble es un espacio de memoria e interés socio cultural de fuerte interacción entre estudiantes, vecinos y organizaciones.

Para contactarte con la campaña podés comunicarte vía Facebook @30mil Pañuelos por la memoria, por Instagram @memoriamosaicos o al mail memoriamosaicos@gmail.com

“Los monumentos, las placas, los murales han poblado las ciudades y las facultades de casi todo el país, desde mediados de los años ‘90, con listas de desaparecidos, fotos con sus nombres, árboles, dibujos, marcas de memorias. Hay ciudades, como La Plata, en las que uno puede recorrer un mapa, con trayectos, caminos, mojones de memoria que circunscriben sus calles, demarcan edificios e imponen peregrinajes”, escribió Ludmila Da Silva Catela, antropóloga y autora del libro No habrá flores en la tumba del pasado. La experiencia de reconstrucción del mundo de familiares de desaparecidos. Y agrega que estos rituales y símbolos tienen consecuencias directas en las formas de hacer política, en las maneras en que parte de la sociedad civil reclama verdad y justicia.

Cruzar una de estas marcas en la vía pública supone un llamado de atención, una pregunta. 30mil pañuelos por la memoria –al igual que otras iniciativas como Baldosas por la Memoria, los stenciles de Bicicletas Vacías pintados por Fernando Traverso o las intervenciones del Grupo de Arte Callejero (GAC)– permiten resignificar el espacio público, sacar a la historia de efemérides o marcos previsibles y llevarla al sitio de la rutina, lo cotidiano, planteando que toda casa, todo lugar, puede ser un sitio desde donde ejercer la memoria. /// LP


“Encontrar un Pañuelo en una casa, significa encontrar un aliado en este camino”

“Cuando Gisela y Marcela, que son compañeras de la biblioteca, nos propusieron este proyecto nos pareció que estaba buenísimo tener este símbolo de la memoria, la lucha y el Nunca Más en este espacio. Intentamos que no se nos escape un 24 de marzo sin trabajar la memoria, sobre todo en la infancia. Es importante para llevar de generación en generación la triste historia que hemos vivido y que queremos que no se repita. Tener este pañuelo en la puerta de la biblioteca nos da orgullo y esperanza, sobre todo en las nuevas generaciones”.

Paula Kriscautzky, de la Biblioteca Del Otro Lado del Árbol

“Me enteré del proyecto porque a una compañera de Lago Puelo le regalaron un pañuelo y subió la foto al Facebook. Ahí empecé a investigar de qué se trataba y enseguida me puse en comunicación con las chicas y ahora soy una referente para hacer pañuelos en El Hoyo. Es un proyecto hermoso. Yo trabajo con arcilla, engobe, estampas de texturas, que son las técnicas que manejo”.

Andrea Kreymborg, colaboradora del proyecto en la provincia del Chubut.

“Desde hace unos días, Radio Futura es parte de la campaña 30mil pañuelos. Nuestra radio tiene casi tantos años como la democracia en nuestro territorio y desde que nació, desde sus micrófonos se habló de la memoria, la verdad y la justicia. Encontramos en la transmisión de la palabra una forma de combatir tanto silencio y censura y encontramos en la casa de la radio, acá en 5 y 75, un hogar donde encontrarnos todas aquellas personas que luchamos por una vida digna y un mundo más justo. Formar parte de la campaña es otra forma de encontrarnos, es una nueva manera de reconocernos cuando transitamos nuestro territorio. Encontrar un Pañuelo en una casa significa encontrar un aliado en este camino.

Durante los primeros años de la vuelta a la democracia, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo venían a Futura dar a conocer sus historias, mientras la radio salía a la calle en las tantas movilizaciones que hasta hoy nos convocan. La calle, las veredas y las plazas son espacios que la radio supo y sabe ocupar así como el propio estudio desde donde transmitimos. Por eso nuestras paredes no son una frontera y elegimos que el frente de nuestra casa también cuente la historia de la que tanto hablamos a través de los micrófonos, a través de los pañuelos-mosaicos hablamos de aquella historia que queremos construir”.
Candela Reinares, integrante de Radio Futura 90.5

“En Casa Zeta realizamos a fin del año pasado un evento acompañado de dos actos muy emotivos para rememorar y resignificar la historia de la familia Ciancio-Dillon: Siembra Memoria. En la vereda de la entrada a la mítica casa de la calle Domingo Leveratto, en compañía de vecinas, familiares y amigos se plantó un jacarandá para simbolizar el crecimiento y florecimiento de la Memoria.
Luis Alberto Ciancio fue secuestrado el 7 de diciembre de 1976, en el acceso a las oficinas de
Vialidad Provincial, donde trabajaba. Patricia Dillon fue detenida-desaparecida el mismo día, posiblemente a la salida de su trabajo. Se habían casado y tuvieron un hijo llamado Federico, quien junto a su familia estuvo presente en la Siembra y contó cómo fue su infancia en la casa.
La colocación de uno de los 30mil Pañuelos por la Memoria al lado de la puerta principal tuvo un momento muy especial dando color, recordando y ponderando la lucha de las Abuelas, y homenajeando en esta historia la vida de la abuela Ilda Alegre y el abuelo Luis Alberto «Pocho» Ciancio. De esta manera, comenzamos una nueva etapa para Casa Zeta, estableciéndola con fuerza renovada como Espacio de Memoria y Residencia-Resistencia de Artistas”.
Integrantes de Casa Zeta (Berisso)

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