Salud pública en crisis: El ajuste que llega a las vacunas

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Desde hace varios meses se detectaron faltantes de vacunas en varios municipios de la provincia de Buenos Aires. Especialistas sanitarios argumentan sobre la necesidad de mantener una periodicidad y al mismo tiempo refuerzan la información sobre los beneficios de tener una población vacunada.

Por Lucas Román
Fotos Gabriela Hernández

En nuestro país la vacunación es una política de Estado, es decir el calendario lo define la autoridad sanitaria nacional y el acceso a las vacunas es público, gratuito y obligatorio. Vacunarse no es sólo un derecho, es también una responsabilidad. Cuando las coberturas bajan, vuelven enfermedades como la rubeola o el sarampión como ocurrió en el último tiempo. El problema que genera el faltante de vacunas en varios hospitales públicos y centros de salud reflejó que la política sanitaria no parece una prioridad para el gobierno bonaerense. Para comenzar, el presupuesto asignado al Ministerio de Salud por María Eugenia Vidal para el año 2019 tiene una merma del 1% con respecto del año anterior y representa el 5,5% del total de los recursos. La situación explica en parte la falta de insumos y dosis de varias vacunas en los centros provinciales. Como también ocurre a nivel nacional, en la Provincia se ajusta todo y por todos lados, menos en los “servicios de la deuda”, cuyo porcentaje asciende al 6,6% del presupuesto total.

Si bien este faltante de algunas vacunas ya existía desde el año pasado, la situación se agravó durante lo que va de 2019. Al mismo tiempo ya reportaron faltantes ante la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) otras cinco provincias del país: Santa Fe, Tucumán, Neuquén, Chubut y Córdoba.

Un relevamiento realizado por La Pulseada en La Plata estableció que la situación en algunos vacunatorios es dispar. Por ejemplo, en el hospital especializado Noel Sbarra –la ex Casa Cuna, de calle 8 entre 66 y 67–, existen faltantes de vacunas habituales: entre ellas la Salk (Polio), la Hepatitis A, la de la Varicela y la Menveo (Meningococo).

Fuentes consultadas en ese centro asistencial aseguran no encontrar razones para explicar a los padres que se acercan con sus hijos a recibir las dosis del calendario nacional gratuito y obligatorio. “Las mamás con lágrimas en los ojos nos aseguran que ya no tienen dinero para cargar la sube y poder volver a traer a los nenes”, graficó una trabajadora consultada en el lugar.

Ante esta situación se recurre a la estrategia de entregar el número de teléfono de la institución para que los padres o tutores puedan llamar en un plazo prudente y averiguar si se regularizó la situación. Por lo general, aquellos que pueden deciden buscar otro centro de vacunación o bien se dirigen a vacunatorios de localidades cercanas como Berisso o Ensenada. Algunas autoridades sanitarias reconocen que existen demoras en la distribución, pero no dan una explicación concreta de las razones.

Lo que sucede en la ex Casa Cuna también ocurre en otros hospitales de la provincia. Por ejemplo desde enero pasado desde el vacunatorio del hospital municipal de Tapalqué se denunció que fueron entregadas solo 10 vacunas por vez contra la meningitis y la varicela, por lo cual recurren a realizar una lista de espera con los pacientes. Situación similar ocurre en el distrito de La Matanza donde aseguran no tener stock de la vacuna pentavalente y antimeningocócica, el refuerzo de los 11 años. En tanto, las autoridades nacionales de salud intentaron hacia fines del año pasado retirar, sin éxito, del calendario nacional el refuerzo contra la meningitis, argumentando que no tiene sentido esas aplicación, en una clara maniobra de recorte. La dosis debió restablecerse tras un fallo del Juzgado Federal N° 2 de La Plata a favor de un amparo iniciado por la madre de una niña y la Asociación Civil Ajus.

En La Plata se registra una curiosidad relacionada con este tema. Los centros de vacunación que dependen de la Secretaria de Salud, ubicada en diagonal 73 y Plaza Rocha, no registran faltante de vacunas. En un relevamiento realizado por La Pulseada en unos 5 centros, entre ellos el vacunatorio municipal que se encuentra en la calle 55 entre 18 y 19, la planificación normal.

El dato fue refrendado por el titular del área Germán Niedfeld: “Tenemos las vacunas de calendario. Inclusive para meningococo”. Las primeras explicó son provistas por la Provincia y las segundas las adquiere el propio Municipio. Este medio intentó acceder a alguna voz oficial que explique por qué ocurre lo contrario en los hospitales provinciales, sin obtener respuesta a los pedidos de entrevistas.

La ley de vacunación vigente

A principios de enero de este año se promulgó la ley 27.491 de Control de Enfermedades Prevenibles de Vacunación, que fuera sancionada de manera unánime en ambas cámaras a finales de 2018. Entre los aportes más significativos de esta nueva ley, se establece que las vacunas continúan siendo gratuitas y obligatorias como hasta el momento y el Estado nacional es el responsable de conseguir los insumos básicos y necesarios para asegurar la vacunación en todo el país.

Al mismo tiempo, la norma contempla a la vacunación como un “bien social” que es para todas las etapas de la vida establecida en el calendario nacional. Además favorece al derecho de vacunarse en todo el ciclo de la vida, en el ingreso a la escuela primaria y secundaria, a la universidad sea pública o privada y en los exámenes pre laboral u ocupacional periódicos. A su vez será necesario tener el calendario completo para tramitar el DNI, la licencia de conducir, el pasaporte y también las asignaciones. Es decir, no significa que esto sea un impedimento para realizar cualquiera de estos trámites administrativos, lo que si asegura este hecho es que el interesado/a complete su protección con la totalidad de las vacunas.

Actualmente el calendario nacional de vacunación contempla 19 vacunas, de las cuales diez se aplican en los primeros doce meses de vida del recién nacido

La especialista en vacunación, investigadora del Conicet y docente de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, Daniela Hozbor, quien se encuentra trabajando en el diseño de una nueva vacuna contra la tos convulsa o coqueluche, reafirma la importancia del calendario nacional y resalta la necesidad de cumplir con el derecho a estar vacunado.

“Las vacunas son el instrumento de prevención de enfermedades, como un aliado de la salud y al mismo tiempo es un derecho que tienen los ciudadanos”, comenta Hozbor a La Pulseada. La médica sostiene que el tema de la vacunación es fundamental y no está del todo concientizado. “El desconocimiento es en general muy amplio sobre este tema”, por lo que asegura que la difusión de la nueva ley de ayudará a concientizar para utilizar este insumo. A lo largo de la historia, las vacunas han salvado millones de vidas, erradicando enfermedades como la viruela y controlando otras infecciosas, mejorando así la calidad de vida de las personas.

En relación al calendario nacional de vacunación, Hozbor prioriza la necesidad de estar informado para poder obtener una mejor calidad sanitaria, ya que tiene un alto impacto no solo particular sino también social, el acto de vacunarse. “Cuando una persona se vacuna genera al mismo tiempo un efecto de rebaño en el entorno”, comentó Hozbor. Lo que significa que cuantas más personas resulten vacunadas en un determinado ambiente, menor es el riesgo de contagio.

Actualmente el calendario nacional de vacunación contempla 19 vacunas, de las cuales diez se aplican en los primeros doce meses de vida del recién nacido. El resto son refuerzos, en ocasiones de embarazo o para los que formen parte de los grupos de riesgo. Ellas son la vacuna contra la tuberculosis BCG, la de hepatitis B (HB), la del neumococo conjugada, la vacuna polio (IPV/OVP), la del rotavirus , la cuádruple o quíntuple pentavalente, la de varicela Doble viral o Triple viral, la vacuna hepatitis A, la de la gripe, la Doble bacteriana, la Triple bacteriana acelular Dtpa, la Triple bacteriana celular, la Vacuna VPH, la que previene la Fiebre amarilla, la de la Fiebre hemorrágica, la del Sarampión y la de la rubeola.

Como agentes sanitarios los farmacéutico tienen un rol fundamental a la hora de informar a los pacientes respecto de la vacunación. Por otro lado, tienen la función de generar conciencia sobre su importancia. El farmacéutico Gustavo Minguetti confirma que “existen algunos faltantes entre ellas la triple viral, triple bacteriana y la meningococcica”, aunque aclaró que se debe a retrasos en la distribución de parte de los organismos de salud nacional.

El profesional asegura que existe preocupación por parte de los pacientes cuando no consiguen las vacunas en los centros, lo que deriva la demanda a los mostradores de las farmacias. Esto ocurre con los pacientes afiliados a las obras sociales que consultan por reintegros ante el faltante en el sistema público. Si embargo aclaró que “las obras sociales no están obligadas a cubrir las vacunas que se encuentran en el calendario”.

Para la especialista Hozbor, el mayor déficit del sistema de vacunación es el cumplimiento de la Ley. El otro punto depende directamente del Estado. “Debe bregar y garantizar que no haya faltante de vacunas”, dice. A su vez reconoció que la mayoría de las vacunas se importan y su cotización es altísima en dólares, pero “el presupuesto debería alcanzar para cubrir ese faltante”, consideró.   /// LP


Qué son los movimientos antivacunas

Los movimientos antivacunas están conformados por aquellas personas que no creen en los beneficios que aportan las dosis. Se fueron generando desde hace varios años no sólo en Argentina. Estos grupos manejan información no científica y aportan desconfianza a una gran parte de la población.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los movimientos antivacunas representan una amenaza global y al mismo tiempo un peligro para la humanidad.

Al respecto, la médica Daniela Hozbor, especialista en el tema, establece que existen varios motivos por los cuales estas personas no comparten inmunizarse a través de las vacunas, entre ellos “cuestiones religiosas, creencias sociales o naturales de cómo toman la vida”.

El acto de vacunarse tiene beneficios sobre un individuo pero al mismo tiempo para todas las personas de su entorno

En una columna de la médica difundida por la UNLP se explica que desde un comienzo, los movimientos antivacunas difundían sus mensajes en contextos familiares. Tiempo después comenzaron a dar charlas y a incorporar estos discursos en revistas y diarios y en ocasiones en televisión y se fueron propagando con el avance de la tecnología y el internet.

Este comportamiento o conducta de vida no condice con los dichos por la ciencia. “Son muy probados científicamente los efectos benéficos de las vacunas para combatir enfermedades”, profundiza ante La Pulseada la docente de la Facultad de Ciencias Exactas.

Sostiene que años de investigaciones científicas generaron un gran número de vacunas que lograron proteger a los ciudadanos de enfermedades infecciosas tales como la tos convulsa, el sarampión, la meningitis, la rubeola y la polio entre otras, con lo cual no solamente se han logrado controlar estas enfermedades sino que también se consiguió erradicarlas.

Por eso los expertos recomiendan la vacunación a la largo de toda la vida. El acto de vacunarse tiene beneficios sobre un individuo pero al mismo tiempo para todas las personas de su entorno. Esto se debe a lo que comúnmente se conoce como el efecto de rebaño. Es por ello que las personas que no se vacunan no se enferman, porque la mayoría si lo hace.

Según los dichos de la investigadora, para que una vacuna llegue a establecerse en el calendario, existen muchos años de estudios probados y eso demuestra que no sólo existe un efecto de beneficio sino también que se trata de un insumo seguro. Las estadísticas cotejadas han demostrado que los casos de enfermedades han disminuido con el paso de los años gracias a las reiteradas campañas de vacunación.


Nuevo aporte de la UNLP

En el laboratorio VacSal dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas se trabaja en el diseño de una nueva vacuna contra la tos convulsa o coqueluche, una enfermedad inmunoprevenible. Su trabajo con el diagnóstico de esta enfermedad la llevó a los investigadores a tomar contacto con los hospitales para comprender mejor y de manera más cercana la realidad de la salud pública.

Este laboratorio además de ser dependiente del Conicet forma parte del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular. El proyecto que lleva adelante fue apoyado por el mencionado instituto, a través del cual se consiguió los fondos, aunque no los suficientes para continuar con la investigación. Los avances son significativos y el próximo paso será la experimentación con animales.

Para conformar una investigación, el Conicet invierte en recursos humanos. El puntapié inicial lo constituyen las becas que son otorgadas por este organismo y la UNLP. Se realiza una presentación del proyecto que tiene que estar muy bien fundamentado. Es decir, a partir de un problema concreto, se formula una hipótesis de solución, para el cual se exige un procedimiento experimental previo al inicio del desarrollo del plan de trabajo. Finalmente se accede al subsidio y se comienza con la investigación.

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