Se convocaron por la falta de agua potable, crearon una plaza bautizada entre todos, empezaron a formar una cooperativa y acaban de lograr que se licite una obra sanitaria. Cuando esté lista, el servicio lo van a administrar ellos. “Había que salir del individualismo”, reflexionan en Altos de los Talas, y aseguran que van por mucho más.

Por Cristina Pauli y Gabriel Di Battista 

Recorrer esas calles con Ernesto y Nelly es muy lento, cada media cuadra frenan la camioneta, bajan la ventanilla, saludan a un vecino y lo invitan a la reunión del viernes. Arrancamos y a los metros otra vez: bajan, saludan y así todo el trayecto. Empezaron a juntarse por el agua y hoy trabajan en una cooperativa para dar respuesta a otros problemas del barrio. “Lo más importante es que logramos darnos cuenta de que había que salir del individualismo tan enquistado en esta sociedad y comenzar a transitar otro camino, un camino con el otro”, reflexionan junto a La Pulseada.

Altos de los Talas pertenece a Berisso, es un barrio joven ubicado a la altura de ruta provincial 15 (continuación de la avenida Montevideo) y 82. En esta zona la red de agua potable no llega y las napas son saladas, entonces la única posibilidad que hay es que un camión de la municipal cargue la cisterna o el tanque de cada vecino.

En 2012 Los Talas había crecido mucho y hubo gente que llegó a estar un mes sin agua. Algunos vecinos, preocupados por la situación, comenzaron a reunirse para enfrentar las dificultades comunes. “Podemos vivir sin pavimento, sin gas, sin luz, pero sin agua es imposible; la Municipalidad tenía sólo dos camiones para abastecer 600 familias y uno no andaba”, recuerda Ernesto Mosetti, uno de los referentes de la cooperativa. Juntos, lograron que el delegado municipal fuera por primera vez a una reunión en el barrio y que a los pocos días regresara con el Secretario de Obras Públicas, para ocuparse de la situación que estaban padeciendo.

Empezaron reclamando el agua pero siguieron, porque los problemas en la zona son muchos. Organizados, consiguieron que mejoraran las luminarias, la seguridad y también lograron que en vez de dos camiones hubiera cuatro y que se priorizara el arreglo de las calles, porque cuando llovía el camión del agua no podía entrar. También había una manzana y media que estaba destinada a una plaza y pidieron que empezaran a reconstruirla, pero como no recibían respuestas decidieron tomar el toro por las astas y hacerlo ellos. “Empezamos cinco, seis vecinos, y cada fin de semana se sumaban más; llegamos a estar trabajando en la plaza como 50 vecinos, era un hormiguero de gente”, describe Mosetti.

La fábrica Domingo González y Cia S.A., un lavadero de conchilla que está sobre la ruta 15, donó el material para cubrir la plaza y algunos juegos. Otros los rescataron: estaban sin uso en dependencias de la Municipalidad de Berisso. Los reciclaron, pintaron y pusieron en funcionamiento los vecinos. También cortaron el pasto e hicieron el trazado del espacio público, y organizaron una votación popular para elegir qué nombre llevaría.

El año pasado inauguraron la plaza “Las golondrinas” con un gran festejo, mientras se celebraba el Día del Niño. “Ahí la Municipalidad nos empezó a mirar de otra forma, no solamente éramos vecinos que reclamábamos lo que nos correspondía, sino que también aportábamos trabajo, hacíamos laburos solidarios, colocamos luminarias, mejoramos las entradas al barrio, pusimos carteles en los accesos y los forestamos”, analiza Mosetti.

De lo elemental a todo

Pero el tema del agua siguió siendo clave, ya que tener más camiones no es una solución definitiva, y el acceso al agua potable es un gran tema en el Gran La Plata. El último verano se potenciaron los problemas por falta de suministro en muchos barrios. En Los Talas reclamaron reuniones en la concesionaria Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), fueron a la Defensoría del Pueblo Bonaerense, que conduce Carlos Bonicatto, y llegaron a reunirse con el intendente Enrique Slezack, que prometió ponerse al frente de la gestión por el agua potable. Se vincularon también con el Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural (SPAR), que depende del ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, pero no estaba claro quién afrontaría una inversión tan grande como la que se necesita. Entre las opciones que se estudiaron estuvo armar una planta de ósmosis inversa, un sistema que toma el agua salada y la potabiliza, como hacen los trasatlánticos en el mar. Pero esta tecnología tiene un impacto ambiental muy alto porque los desechos de agua ultra salada desertifican la zona, y resulta muy caro para el usuario.

Entre tantas idas y venidas, reuniones de aquí y de allá, y a partir de un relevamiento del barrio, midiendo las alturas de las calles, manzana por manzana, contando las casas habitadas y en construcción, surgió una propuesta del SPAR que los entusiasma: más de 400 conexiones con medidor de agua en el barrio. El organismo provincial se haría cargo del tendido sobre la Montevideo hasta la entrada del barrio y de la entrada del barrio hasta cada casa. “Una vez que esté hecha la obra nosotros tenemos que pelear para que ABSA te permita conectarte a la red de Berisso, nos van a poner un medidor y nos va a facturar a la cooperativa. Sabemos que este tramo no va a ser fácil. El proyecto incluye una oficina, sala de reunión, dos cisternas de 50.000 litros entre las dos, un tanque elevado a 12 metros de 25.000 litros de agua y eso abastecería a todo el barrio. Cada vecino va a pagar su consumo, por lo que estamos generando conciencia de que el agua es un elemento muy valioso, que nos va a costar a todos y que cada uno va a tener que pagar lo que consume”, explica Ernesto.

La apertura de sobres de la licitación de esta obra se hizo, simbólicamente, en la plaza Las golondrinas, con los socios de la cooperativa en ciernes “Vecinos Altos de Los Talas” presentes, a fines de abril pasado y los vecinos lo consideraron “un día histórico”. Según los funcionarios provinciales, la obra debería comenzar en un máximo de seis meses y una vez terminada, pasar a ser administrada por los vecinos. “Seguiremos con gas, teléfono de línea, energías alternativas, mejoramiento de los servicios, calles, luminarias, cursos y talleres para el mejoramiento de la calidad de vida, entre otros objetivos”, aseguran. 

Aquellos primeros autoconvocados de 2012 hoy integran una cooperativa desde donde pueden brindar cualquier servicio, armar espacios de formación, de oficios, montar salas de primeros auxilios y muchas otras cosas, por una mejor calidad de vida. “Nuestro estatuto es amplio, incluye el cuidado del medio ambiente, la búsqueda de energías alternativas… queremos que la plaza se abastezca con energía eólica como un plan piloto, también pensamos hacer convenios con la Universidad… tenemos un montón de posibilidades”, afirma Ernesto e insiste: “Todo esto fue posible porque logramos, antes que nada, vencer el individualismo”.

Al barrio van llegando muchos jóvenes, muchos están construyendo por el plan nacional Procrear, por ejemplo, y con ellos se hace un trabajo educativo: les aconsejan recolectar el agua de lluvia a partir de la bajada de los techos y almacenarla en una cisterna o en tanques de agua para usarse en riego, limpieza, lavado de los autos o para consumir, con una gota de lavandina. Los que hace unos años que están le dan un valor supremo al agua, la cuidan al extremo, y consideran fundamental cambiar el paradigma del consumo de los que llegan.

Qué se  licitó en Altos de los Talas

• Empalme con la red de ABSA ubicada en la Montevideo a la altura de la Escuela 10, con un diámetro de 160mm en PEAD (polietileno de alta densidad).
• Cañería de alimentación
• Acueducto de PEAD de 160mm con un recorrido de 1500 metros, desde la Escuela 10 hasta la calle 82 y 176, para conducir el agua extraída a una cisterna de almacenamiento
• Red de distribución
• La red domiciliaria, cañerías de PEAD con un diámetro de 75 mm unos 8000 metros y de 110 mm unos 1340 metros. Con un total de 9340 metros de cañería.
• Cisterna de almacenamiento
• Construcción de una cisterna de almacenamiento de H°A° (hormigón armado) de 50 m3 de capacidad ubicada en el terreno donde funcionará la plata.
• Planta y tanque
• Construcción de un local de administración del servicio, con un sector que incluirá una kitchenette, baño con  un clorador con su depósito,  un cerco perimetral, farolas de iluminación y muro con inscripción y mástiles.
• Un tanque de PRFV (plástico reforzado con fibra de vidrio) de 25 m3 de capacidad montado sobre una torre metálica de 13 metros que será abastecido por una bomba centrífuga desde la cisterna de almacenamiento.
• Conexiones domiciliarias en un número de cuatrocientos aproximadamente, incluyendo medidores y demás accesorios.

“Un día histórico”

Así calificaron los vecinos al 24 de abril pasado, cuando se abrieron los sobres de la licitación de la obra para el tendido de la red de agua potable para el barrio. Participaron funcionarios provinciales y municipales, concejales distintos bloques, miembros de los equipos técnicos que llevaron adelante los controles y la redacción del acta, y representantes de las empresas que participaron del acto licitatorio, que fueron dos. “A pesar de ser un día laborable y en un horario complicado, decenas de vecinos fueron testigos del trascendental acontecimiento”, comunicaron después desde Los Talas.

Las empresas que presentaron ofertas fueron MEREPA SRL, con una cotización de $5.338.816, 15 y TISICO SA, por $5.772.294,68. En adelante, la documentación debe pasar por la Asesoría General de Gobierno, la Contaduría y la Fiscalía de Estado, para luego proceder a la firma del contrato e inicio de la obra con la empresa que resultó adjudicada.

Según los funcionarios provinciales, la obra debería comenzar en un plazo máximo de 6 meses y una vez terminada se pasará la posta a los vecinos para que administren el servicio. “El objeto de la cooperativa no se agota en la administración del agua, seguiremos con gas, teléfono de línea, energías alternativas, mejoramiento de los servicios, calles, luminarias, cursos y talleres para el mejoramiento de la calidad de vida, entre otros objetivos”, afirman desde el barrio.