En Grafitos, La Pulseada cumple 14 años

La revista que nació en 2002 para “aportar al debate de si el mundo es para todos o solo para unos pocos”, como nos pidió Carlos Cajade, sale ahora otra vez desde Grafitos. Editorial de la revista aniversario de abril. 

“El Cura pensó los emprendimientos productivos para sustento de la Obra y para capacitarnos a los pibes, para que podamos tener un oficio y poder defendernos. Yo vivo en el Hogar desde los 4 años. Cuando cumplí 13, empecé a trabajar en la imprenta. 

Iba de lunes a viernes, después de la escuela, y me quedaba hasta las 6 de la tarde. Empecé en atención al cliente y para ese entonces no tenía ni idea qué decir ni cómo tomar un pedido. Como me costaba, pasé a encuadernación (doblar, compaginar, armar). ¡Cuántas noches nos quedamos compaginando! Estuve ahí muchos años. Era la encargada de ese sector de rústica. Un día volví de la escuela y me dijeron que pasaba a diseño. ¿Diseño? ¡No sabía ni prender la computadora! Estuve un par de años y después pasé a la parte administrativa… ¡11 años en la imprenta Grafitos!”.

Lidia Cantero, histórica referente de la Obra del Padre Cajade, pibita que ayer hacía renegar y enamorar al Cura. Mujer que hoy educa y acompaña a chicos en el mismo Hogar que la vio crecer, contó así su experiencia en las redes sociales. Lo hizo para celebrar el resurgimiento de Grafitos, después de su cierre por problemas financieros (La Pulseada 137).

Ella y tantos otros chicos y chicas mancharon con tinta sus jóvenes manos, tal como ahora lo hacen otros pibes, como Darío, Samuel o Abraham, ayudantes de maquinistas.

La imprenta está en marcha, gracias al esfuerzo solidario de muchos integrantes de la Obra y los aportes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.

Hoy La Pulseada vuelve a su lugar. Cuando se cerraron las puertas de Grafitos, la publicación de la revista corrió riesgos, pero sobrevivimos gracias a Pelota de Trapo, la obra hermana conducida por el recordado Alberto Morlachetti en Avellaneda. Pudimos continuar con la calidad, el color y el profesionalismo que la imprenta Manchita nos entregó hasta marzo pasado.

La revista que nació en 2002 para “aportar al debate de si el mundo es para todos o solo para unos pocos”, como nos pidió Carlos Cajade, sale ahora otra vez desde Grafitos.

Este mes de abril estamos cumpliendo 14 años de comunicación popular, de periodismo comprometido con la niñez, la adolescencia, los barrios y los barros. ¿Existe mejor forma de celebrarlo que hacerlo en nuestra imprenta de Villa Argüello, allá donde las paredes muestran fotos de Cajade proponiendo sueños compartidos?

Este papel que estás levantando, tiene el incomparable olor a tinta y ternura de un sueño cada vez más grande, por un país con infancia.