El barro de Garro

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El intendente de La Plata termina su primer período de gobierno en deuda con buena parte de la periferia. Falta infraestructura que mejore la calidad de vida en zonas precarias y urbanizaciones recientes. Hay asfalto y luces LED, pero no avanzan las cloacas ni el agua corriente. Y es deficitaria la estructura en los jardines de infantes y salas sanitarias. Nuevo Abasto, un caso emblemático.

Por Abril Lugo
Fotos Andrés Milstein

“Me importa la ciudad…”, reza uno de los carteles de campaña de Julio Garro, quien el 27 de octubre fue reelegido para la intendencia de La Plata. La imagen permanece a la vera de la avenida 520 en Abasto. El centro de la localidad, en pleno auge demográfico, está limpio y ordenado. Es un jueves de noviembre al mediodía y el tránsito camino a ruta 2 es intenso. Otro cartel de la gestión municipal celebra la pavimentación de la calle 208, que atraviesa la avenida principal. Las luces LED y el asfalto, que el municipio resolvió en muchos barrios de la ciudad durante la campaña electoral llegaron también a esa localidad. El cordón cuneta y las obras estructurales, no. Lo mismo se replica en otros barrios platenses, ya sea con obras de infraestructura urbana o en las vinculadas con la educación que dependen de la Municipalidad.

La localidad se inundó en las últimas lluvias fuertes de mediados de octubre en las zonas menos privilegiadas. Es que pasando el centro urbano de Abasto, iluminado y con las tareas de bacheo resueltas, el panorama es distinto. Las 400 familias que viven en un loteo de mil parcelas, entre las avenidas 520 y 531 de 214 a 216, que se inició luego de un conflicto de tierras de 2015, viven sin cloacas, sin calles abiertas, sin iluminación y conectados de manera clandestina a la red de agua potable.

Prioridades periféricas

En junio de 2017, la Secretaría de Infraestructura Urbana del Ministerio del Interior acordó con el Municipio destinar más de 149 millones de pesos a la urbanización integral de esa zona, con entoscado, plazas, iluminación, cordón cuneta, desagües, veredas y la extensión de la red de agua potable y cloacal. Luego de la decisión del municipio de redireccionar un tercio del monto al centro de City Bell y al casco urbano, las únicas obras que empezaron fueron las de la plaza, que ahora permanece sin avanzar.

En 2017 se acordó destinar más de 149 millones a la urbanización integral de Nuevo Abasto, pero la Municipalidad redireccionó un tercio del dinero a dos centros comerciales

Jorge Martínez está allí, parado sobre la nueva plaza del barrio Nuevo Abasto. Es el presidente de la Cooperativa de Agua Potable y otros servicios de Abasto y observa el resultado de todo lo que estaba proyectado en 2017. El pastizal alrededor es alto y un arroyo cruza en diagonal el parque, aún sin entubar: “Este arroyito hace años que dicen que lo van a entubar y a resolver el tema de los caminos en este nuevo barrio que se está haciendo, pero aquí se ve que la plata se la comieron”, cuenta a La Pulseada. Los caños de concreto quedaron a un costado del arroyo y no hay calles, ni siquiera de tierra. “Cuando llueve las familias no pueden salir, porque no tienen medios de transporte y esta zona se vuelve imposible”, relata.

Jorge Martínez, el presidente de la Cooperativa de Agua Potable y otros servicios de Abasto.

La plaza está ahí, en medio de las casas de madera y ladrillo sin revocar, con cancha de básquet, fútbol con pasto sintético y los caminos de concreto hechos sobre el terreno sin nivelar. La resolana del mediodía pega de lleno en el concreto del skate park y levanta la temperatura. A lo lejos, unos niños juegan con los pies hundidos en la zanja del arroyo. Los vecinos cuentan que las obras se iniciaron a mediados de julio y terminaron a fines de octubre, sin que siquiera se haya delimitado el cordón cuneta de la plaza.

La promesa de obras para resolver la vivienda digna a más de mil familias en la zona del asentamiento se postergó en febrero de 2019, cuando el municipio envió al Concejo Deliberante un proyecto de modificación de ese presupuesto destinado a Abasto, para redireccionar 37 millones a la peatonalización de la avenida 51 entre 4 y 6, en pleno microcentro platense, y a la puesta en valor del centro comercial de la calle Cantilo, en City Bell.

De los 149 millones de pesos de 2017, el Ministerio del Interior había destinado más de 17,5 millones para solucionar los problemas que acarrea la lluvia, y más de 4,8 millones para veredas y rampas para discapacitados. Aún después de destinar los fondos a otros fines, en el debate de candidatos previo a las elecciones, Garro celebró las obras que llevaron adelante: “Cumplimos con el mandato que nos dieron los platenses hace 4 años, terminar las obras hidráulicas para que nunca más un vecino se muera por las lluvias en nuestra ciudad”. Los abastenses siguen sufriendo los anegamientos por la falta de obras.

“Cumplimos con el mandato de terminar las obras hidráulicas para que nunca más un vecino se muera por las lluvias”, dijo Garro en el debate. Pero los abastenses siguen sufriendo anegaciones.

“Las partidas estaban destinadas para hacer la obra de la red de agua potable y perforación y la de la red cloacal y la puesta en valor de la planta de tratamiento. Nosotros ya manteníamos desde fines de 2017 reuniones, desde que surgió la posibilidad de estas obras, porque ya estamos en funcionamiento. Lo que necesitamos es optimizar la planta con otra pileta de tratamiento para atender una demanda mayor”. Martínez explica que actualmente la Cooperativa de la localidad presta servicio a 1.100 usuarios y, al sumar a los mil habitantes de Nuevo Abasto, la duplicaría.

La justificación desde la gestión fue que la Cooperativa no prestaba el servicio adecuadamente: “Nos molestó que con ese argumento trasladaran la plata a un lugar donde la gente no lo necesitaba, cuando lo esencial era brindar un servicio básico acá, de agua potable y cloaca”, se queja Martínez y agrega que el servicio de agua que brindan incluye Abasto y Etcheverry.

Lo que pasa en Abasto se replica en los demás barrios de la zona oeste y en la periferia en general. El asfalto y la iluminación llegaron, pero falta la señalización y el cordón cuneta

La postergación de las obras de mejoramiento de la red cloacal origina problemas de salud. Omar Verne, el jefe del Centro de Atención Primaria (CAP) N° 10, ubicado en 208 y 516 y que atiende a los vecinos y vecinas de Abasto, advierte: “Es una zona de altas parasitosis, problemas dermatológicos como las erupciones cutáneas, la biodermitis. Ahora en el verano tenemos el tema del dengue y en el comienzo de la primavera el del hantavirus”.

Lo que pasa en Abasto es una réplica de lo que ocurre en los demás barrios de la zona oeste de La Plata y en la periferia en general: las obras de asfalto e iluminación llegaron a barrios como Los Hornos, San Carlos, Colonia Urquiza y Romero, pero el trabajo no está terminado. Falta señalización, cordón cuneta y en algunos casos la iluminación quedó inconclusa.

 

Atención y desatención

Por el CAP de Abasto, frente a la vieja estación de la localidad, pasa el asfalto y las luces LED de la calle 208, estrenados durante la campaña electoral. El edificio donde se brinda atención médica a los vecinos y vecinas de la zona, tiene el pasto cortado y fue pintado hace poco. Las cosas parecen andar bien. Pero los vecinos dicen que hace cuatro años que no cuenta con atención psicológica, una de las especialidades que sí se cubre en los 45 CAPs restantes. Los médicos y médicas del centro vienen solicitando al director municipal del área que nombre a un profesional. El pedido fue desoído, incluso cuando una joven, recientemente recibida de licenciada en psicología, se propuso para prestar el servicio ad honorem.

Omar Verne, del CAP 10, habla de las consecuencias sanitarias de la falta de cloacas.

Verne fue nombrado jefe del centro de atención de Abasto recientemente, pero trabaja allí hace 29 años: “Algunas cosas se han hecho hace algunos meses, refaccionaron bastante, pintaron todo, era un desastre esto, un caos”, comenta a La Pulseada e insiste en la necesidad de cubrir la atención psicológica. “Solucionaron algunos problemas de estufas, pero hay carencia de profesionales, sobre todo en el área de psicología. Casualmente ahora me mandó un CV una chica que trabaja en la línea 144, dependiente de provincia, y quiere pedir el pase a este lugar. Ya hicimos una nota que le voy elevar al jefe de la Dirección de Atención Primaria para ver si hace lugar, porque la necesidad es imperiosa”.

Un relevamiento realizado por La Pulseada por CAPs de distintos barrios de La Plata estableció que en los últimos meses hubo refacciones, como colocación de cocinas, pintura, calefacción y aire acondicionado. Pero en Abasto y en Los Hornos falta cubrir especialidades (además de psicología y pediatría, específicamente) y otros centros, como Villa Elvira y Los Hornos, reportan falta de vacunas importantes como la meningocócica, especialmente en las dosis para bebés de 3, 5 y 15 meses; además indican que hay un aumento en la atención a recién nacidos.

Verne refuerza el pedido: “La vacuna Menveo (contra la meningitis) está haciendo falta. En general las vacunas están cubiertas, pero esa es la que está faltando ahora”. El médico clínico especifica cómo funciona el suministro de medicamentos: “Cada 15 días traen la caja de la farmacia municipal y después está la que corresponde al Plan Remediar que, esa sí, está un poco más a cuentagotas. Igualmente siempre escasea un poco la medicación, las cosas básicas siempre están cubiertas pero, por ejemplo, ahora, escasea mucho la medicación para tiroides, la levotiroxina, y encima hay mucha gente que necesita la medicación por hipotiroidismo”.

De todos modos, en relación al año pasado los centros mejoraron sustancialmente. Ana Castagneto, concejal por Unidad Ciudadana y miembro de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante, presentó en abril de este año un relevamiento sobre 33 de los 46 CAPs, que se llevó a cabo entre junio y noviembre de 2018. Los datos arrojaban que 27 Centros presentaban problemas edilicios, como humedad, baños clausurados y problemas de agua. También era deficitaria o carente la cobertura de atención en obstetricia, clínica, pediatría y ginecología en 18 establecimientos de Tolosa, Arturo Seguí, Villa Castells, Romero, San Carlos, Gonnet, Villa Elisa, City Bell, Olmos y Villa Elvira. Los centros de atención del oeste platense presentaban mayores inconvenientes.

Las obras iniciaron a mediados de julio. A fines de octubre terminaron sin que siquiera se haya delimitado el cordón cuneta de la plaza.

Con respecto a los insumos, Abasto, San Carlos y Altos de San Lorenzo reportaban a la concejal falta de medicamentos y en Olmos y Tolosa había demora en la entrega. Tras la presentación mediante expediente a la Comisión de Salud del Concejo Deliberante, a fin del año pasado, la mayoría de los problemas parecen haberse resuelto. “De todos los reclamos que presentamos, se intervino en algunos, pero no se solucionó todo. Habíamos hecho una denuncia de una pérdida de agua en el baño del CAP N°3 (San Carlos) y recientemente se abrió un pozo y se cayó una nena, justo al lado de la pérdida que habíamos relevado el año anterior”, cuenta Castagneto a La Pulseada. Considera que “el gobierno va detrás de las demandas que presentamos, pero no establece un seguimiento posterior. La falta de insumos sigue siendo igual de crítica y la ausencia de médicos especialistas se nota, ya que por el bajo sueldo, al jubilarse los que están, no hay quien tome esas especialidades”.

“Las cloacas son importantes porque es una zona de altas parasitosis, de problemas dermatológicos, hantavirus y dengue”, dice Omar Verne, de la sala sanitaria de Abasto

La campaña de Julio Garro para la reelección también estuvo marcada por los anuncios en salud. En junio firmó un convenio con el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires para brindar por cuatro años el servicio en los 46 CAPs. El mismo intendente se refirió al tema: “Después de años de abandono, nos ocupamos de poner en condiciones los 46 centros de atención de la ciudad, reacondicionando las instalaciones, suministrándoles insumos e incorporando profesionales para mejorar la calidad del servicio”, dijo.

En los salas sanitarias de distintos barrios de La Plata afirman que los últimos meses hubo refacciones pero faltan cubrir algunas especialidades

El relevamiento de La Pulseada arroja que el único centro que cuenta con kinesiología es el N° 39, ubicado en 5 y 46, en pleno casco urbano. Desde el lugar afirman que “en realidad no es un centro de salud más, sino que es parte del servicio municipal de contención a adultos mayores”. Al cierre de esta edición, los demás no cuentan con el servicio, ni tienen noticias de que exista la posibilidad de nombrar un especialista en kinesiología en el corto plazo.

Dime de lo que presumes

La Municipalidad inauguró el edificio del Jardín N°945 en El Peligro en plena campaña, una semana antes de las elecciones generales en las que Garro fue reelecto. Cerca de allí, en Abasto, hace más de 4 años reclaman la creación de jardines públicos. El propio jefe comunal anunció en 2016 el inicio de la obra de por lo menos un establecimiento del nivel inicial para ese mismo año: “Estamos trabajando para iniciar este año la construcción de uno o dos jardines para la localidad de Abasto, que sabemos que los necesitan. Estamos hablando con Provincia, sin ir más lejos, nos hemos juntado hace una semana y hay grandes posibilidades de que se adjudiquen dos obras a la localidad”. Garro, entonces, reconoció la importancia de las obras: “Debe ser la localidad que más demanda tiene, con chicos que están anotados hace mucho tiempo en listas y sin poder ingresar a la educación”.

“Abasto debe ser la localidad que más demanda tiene de jardines, con chicos que están anotados hace mucho tiempo y sin poder ingresar a la educación”, reconoció Garro en 2016

En esa localidad se cuenta únicamente con el Jardín N°930. En vez de iniciarse las obras se cedió uno de los terrenos posibles al jardín San Agustín, de gestión privada, que tampoco tiene vacantes. Miriam Migliaro, de la Junta Vecinal de Abasto, reconoce a La Pulseada la situación de los jardines y la gestión que impulsaron ante la promesa de fondos para empezar las obras: ”Nos explicaron que la plata estaba, que los fondos venían del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”, dice. Desde la junta gestionaron entonces posibles lotes para licitar y uno de ellos resultó ser el que luego se cedió al jardín San Agustín: “Lo que nos molesta es la jugada de dos manos cuando nosotros estábamos reclamando esto; nos tomaron el pelo, nos hubieran dicho, ‘el terreno nos lo pidió otra organización’ y listo, porque para nosotros era una emoción enorme ver tan cerca la posibilidad de tener el jardín”.

El plan incluía el entubamiento del arroyito que atraviesa el predio donde está el barrio Nuevo Abasto

La lista de espera para ingresar a la educación está desbordada. Desde el Jardín N°930 reconocen que inscriben a todos los chicos: “No dejamos a nadie afuera, pero la prioridad son los de la tercera sección, los de 4 y 5 años”, refiere una funcionaria del jardín en relación a la falta de vacantes.

En general, a las obras realizadas por el municipio en los jardines como el de Colonia Urquiza, Poblet (que el año pasado reclamó frente al municipio el inicio de las obras), Villa Elvira y casco urbano, según el acta acuerdo de 2018, les falta algo. El Jardín N°940 de Colonia Urquiza tiene juegos nuevos, baños mejorados y techos de policarbonato desde el año pasado. El presupuesto fue de 200 mil pesos. Sin embargo, reconocen: “Arreglaron la vereda, quedó impecable, pero faltan las señalizaciones correspondientes y un semáforo, sobre todo por los chicos de la primaria”. El jardín está junto a la Primaria N°57 y la Escuela Secundaria N°86. Por otra parte, agregan que este año se sumó el servicio de comedor para los 230 niños que asisten al jardín: “Las viandas de Provincia son buenas, con carne, tienen merienda, pero estamos detrás de la instalación del gas natural, para poder resolver mejor la comida para los chicos”.

Desde Udocba, uno de los gremios docentes, denuncian que hay obras que se prometen y no llegan. Para hacer el edificio nuevo, según el compromiso del acta acuerdo 2018, se trasladó el Jardín N°912 de Altos de San Lorenzo a la Primaria N°62. Susana Casabona, la Secretaria Gremial, relata que “la primaria le ha designado dos aulas y un baño al jardín de infantes. El baño no está preparado para niños y niñas tan pequeños y las aulas se dividen para dar respuesta a tres comisiones a la mañana, y tres a la tarde. Las preceptoras y administrativas del jardín trabajan en un pasillo”. Se promedia que cada salita tiene 25 alumnos en el turno mañana y tarde.

“Los padres prefieren cambiar a sus hijos de escuela por las condiciones edilicias y la estrategia pareciera ser el vaciamiento. ¿Qué gestión va a invertir en establecimientos que no tengan chicos a los que enseñar?” (Jorge Buschini, de Udocba)

El baño cedido para los pequeños tiene una tarima de madera frente al inodoro, para que puedan hacer pie. Susana resalta: “Además de ser un solo baño para casi 70 chicos por turno, lo cierto es que cuando solicitamos que al menos se adapte el espacio de la Primaria Nº62, desde el Consejo Escolar nos negaron el pedido, argumentando que, como el baño que usa el jardín es el destinado para discapacitados, no pueden eliminarlo porque entonces la institución incumpliría la norma que establece al menos un baño adaptado por edificio”. Lo que el Consejo Escolar no reconoce es que la Primaria Nº62 no cuenta efectivamente con un baño accesible, ni los niños del jardín tienen sanitarios adaptados a ellos.

Mientras tanto, la construcción del Jardín N°912 sigue sin iniciar: “Nos dijeron que la empresa, Indaltec S.A., a cargo de la obra, afirma que no puede empezar la construcción porque la devaluación no les garantiza que puedan concluirla. A principios de octubre nos reunimos por este reclamo y desde el gobierno provincial y municipal nos dijeron que se acordó empezar 15 días después. La resolución era que la empresa iba a construir el 73 por ciento de la obra y el municipio se haría cargo de lo demás. Todavía estamos esperando que se ponga algún ladrillo”, remarca Susana.

Este año el Municipio destinó casi 220 millones de pesos del Fondo Educativo a obras para resolver la infraestructura escolar. Según su propia proyección, 128 millones serían invertidos entre marzo y diciembre en ampliación y puesta en valor de edificios educativos. Luciano Sanguinetti, concejal de Consenso Federal y presidente de la Comisión de Seguimiento del Fondo Educativo evalúa la inversión de los últimos años: “Hay arreglos parciales, pero no resuelven el problema. Continuamos teniendo falta de vacantes en la ciudad y eso es un problema estructural”. Sanguinetti reflexiona sobre la creación, en diciembre de 2017, de la comisión de seguimiento del Fondo Educativo: “En líneas generales el uso del Fondo fue mejorando respecto de 2016 y 2017 y empezó a funcionar en 2018. La Comisión en eso sirvió mucho, ya que el nivel de infraestructura escolar de la ciudad arrastra un 70 por ciento de déficit, y los primeros años esta gestión no ocupó el dinero de las obras para tal cosa, o lo subejecutaba”.

Si bien las obras empiezan a gestarse, el concejal reconoce que “falta criterio de prioridades para elegir qué obra hacer primero. El sistema tiene demandas reales y hay legitimidad en todas ellas, pero no se pueden hacer todas las obras en un día”. Por eso presentó un proyecto junto a la radical Florencia Rollié para corregirlo: “Para establecer prioridades y montos asignados, y para garantizar que haya representación de los directores de los establecimientos, de las cooperadoras y también de los gremios, en la unidad ejecutora del Fondo Educativo, y así eliminar el carácter arbitrario con el que se resuelven las obras”.

Mientras tanto, desde Udocba denuncian las consecuencias de la gestión de obras: “El municipio nos promete retomar las obras con el presupuesto del año que viene, pero no se pueden hacer contratos con dinero que aún no está. Ha bajado la matrícula de jardines y primarios a los que los chicos van a clases hacinados. Y es entendible”, relata Jorge Bruschini, colaborador de la secretaría gremial de UDOCBA. Dice que “los padres prefieren cambiar a sus hijos de escuela, por las condiciones edilicias. Lo cierto es que mientras desde el gremio y el frente gremial seguimos haciendo el reclamo, la estrategia pareciera ser vaciar los colegios. ¿Qué gestión va a invertir luego en un jardín o un primario que no tenga chicos a los que enseñar?”.

Postales y prioridades

La avenida 51 entre 4 y 6, el centro comercial al que Garro destinó parte del dinero que era para las cloacas en Abasto (Foto: Gabriela Hernández)

En la campaña por su reelección, el intendente Julio Garro dijo que en su segundo mandato el acceso en los barrios a la vivienda, a los servicios esenciales, a la salud y a la educación serán una prioridad. Por ahora, en los días en que renovará por otros cuatro años, la avenida 51, entre el Correo Argentino y la Gobernación, luce fresca y limpia al mediodía. Los comercios de la zona, muchos de ellos de alta gama, se vieron muy beneficiados por la colocación de bancos y cestos de basura, la restauración de la rambla, la luminaria nueva y la colocación de los adoquines. En City Bell, en tanto, los vecinos esperan que pronto se inicie la peatonalización de la calle Cantilo, la más comercial de la localidad. Para ambos proyectos se usó el dinero que estaba destinado a las obras de agua y cloacas en Nuevo Abasto que volvieron a ser sólo una promesa postergada.

 

 

 


Jardines sin terminar

En abril de 2018 el municipio y la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia, firmaron un acta acuerdo para resolver refacciones e infraestructura en escuelas de la ciudad. Los jardines prometidos a Abasto hace tres años son obras que se iniciarían con el Fondo Educativo de ese año e incluía nuevos jardines en Olmos y José Hernández. Ninguna obra comenzó aún. A su vez, el municipio se comprometía a refaccionar y ampliar jardines en Poblet, Villa elvira, Colonia Urquiza, entre otros, por montos que oscilaron entre los 200 mil  y los 3 millones de pesos. Esos trabajos sí se ejecutaron pero a todos les falta algo.


La gestación de Nuevo Abasto

El conflicto que derivó en el nacimiento del barrio Nuevo Abasto comenzó en abril de 2015, después de una toma de tierras que estaban en poder de una inmobiliaria que las arrendaba. Cerca de 700 familias mantuvieron el reclamo por el derecho a una vivienda digna incluso luego de una resonante represión en el marco del desalojo autorizado por la Justicia. Pero el 13 de mayo de ese año, el Senado provincial aprobó la expropiación de los lotes desde 520 a 530 y de 213 a 217, reconociéndolo “de utilidad pública” para destinarlos a la planificación de viviendas familiares y espacios de uso público.

 

 

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